miércoles, 8 de septiembre de 2010

Crítica fresquita

Antitaurino: Persona que rechaza las corridas de toros porque son asesinatos de animales indefensos en un ruedo, tras sufrir una muerte lenta y dolorosa.

¿Quién puede no apoyar a un antitaurino si nos ceñimos a esa definición?

Nadie, en cambio hay quienes defienden las corridas de toros hoy en día. Sale a la palestra el mundo taurino y es duramente enjuiciado. Un evento tradicional, desfasado, propio de tiempos en los que la gente se movía en caballo y hacía vida sobre el establo y gallinero. Comparado con el lanzamiento de la cabra desde el campanario o las peleas de perros, actividades ya prohibidas. ¿Quiénes van a las corridas? Fascistas con puro en boca, peinados con ralla al lado y mujeres con pamela que tienen todo hecho en la vida y se dedican a sus oficios.
Esa es la visión que se está transmitiendo pero no creo que sea la real, yo soy uno de esos desaprensivos a los que les gustan las corridas, los encierros y las vaquillas.
Critico a todos los que se oponen a la fiesta nacional y se inflan a carne de vaca todos los días, porque las vacas son criadas en cubículos de 4x2, alimentadas con pienso y asesinadas de un disparo en la cabeza cuando han alcanzado el peso óptimo. Y a los que comen pollo, pollos que nacen en una incubadora y nunca conocen a su madre, son alimentados durante semanas hacinados unos sobre otros para posteriormente morir por golpe de calor en un alto horno junto a cientos de congéneres. La carne de toro también se come.
La muerte del toro es más lenta que la de la vaca tiroteada y la del pollo asfixiado pero al menos ha vivido en mejores condiciones. Creo que deberían de preocuparse antes por esas otras dos especies. ¿Por qué no es asi? Posiblemente por la repercusión mediática que tiene su muerte. Son televisadas, aparecen en los informativos y se anuncian con carteles en las localidades para que la gente acuda a comprar su entrada. Son muertes publicitadas, la gente paga por verlas. Si pagan por verlas es porque valoran de alguna forma el asesinato, nadie paga por ver a un matarife disparar a 20 vacas, colgarlas de un gancho y comenzar a despiazar.
En el toreo existe un protocolo, una reglamentación y solo el torero que ha tomado la alternativa puede ser matador. Lo más importante es la intencionalidad estética, y cada torero tiene un estilo, una manera de torear. Es el espectáculo de masas más antiguo de España y uno de los más antiguos del mundo, ha atravesado nuestras fronteras y es conocido y respetado en el mundo entero. Cuando un extranjero acude a un acto taurino no vuelve a su país ofendido por lo que ha visto sino entusiasmado por el espectáculo.
La música, el ambiente, el protocolo de toda corrida, la chulería del torero y por qué no reconocerlo, la cosa en el estómago de ver si le coge y lo zarandea, sin llegar a matarlo…pero que lo haga también sufrir un poco. Los segundos antes de que le clave la espada, el silencio, la expectación del momento…espectáculo con todas las letras.
No entiendo demasiado de toros, ni es mi hobbie, pero lo respeto. Admiro la figura del torero y acepto las corridas como espectáculo y arte a defender y proteger.
Entiendo a los antitaurinos, su ideal y activismo en contra del toreo, pero no lo comparto, no acuden a las granjas de pollos a sabotearlas y pedir mejores condiciones para ellos porque saben que es una causa perdida. Las corridas deberían ser igual, porque muchos lo consideran arte, porque genera riqueza, atrae turismo y para muchas zonas de Extremadura, Salamanca,… es el medio de vida. Y dicho esto modifico el fondo de pantalla por uno más colorido, no podía ceder a las peticiones sin antes resarcirme...

Tan solo os pido una cosa, antes de dar una opinión acerca de cualquier tema, intendad pensar por vosotros mismos, no dejéis que la masa boicotee vuestra esencia, 
"no seais una oveja dentro de un rebaño."

4 comentarios:

  1. No soy una oveja dentro de un rebaño es más, tengo familia que adora ese mundo, pero tengo mi opinión propia para no dejarme arrastrar por ello.

    Los pollos y las vacas que has puesto como ejemplo criados para, como tu bien has dicho, alimentar a personas son asesinadas en privado para ello.
    No puedes comparar un asesinato a puertas cerradas ( que sí, al fin y al cabo es un asesinato) con uno a puertas abiertas en el que se festeja la muerte de un animal después de haberme mareado y humillado delante de cientos de personas.

    Eso es lo que yo al menos no voy a respetar nunca. La humillación, la confusión y el espectáculo público que sufre el animal.

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  2. Me encanta ver cómo otros defienden la barbarie y se escandalizan por temas igual de bárbaros. Creo sinceramente que los seguidores de ése tipo de actividades saben a ciencia cierta lo que implican: el asesinato de un ser vivo, el disfrute de la agonía del mismo y la catalogación de artista de su ejecutor. No critico que a alguien le guste esto, nada más lejos. Como dicen los estúpidos: para gustos, los colores.
    Sin embargo, me hace mucha gracia que a dichos seguidores del arte se les caigan los anillos cuando la situación se troca. Bien, a ti te gusta ver a un animal sufrir y agonizar para luego comértelo, a mí me gusta comer con las manos. Y sucias. Uy, no, qué asco. Vale, me gusta irme a dormir tras pegarle un par de patadas en el estómago a mi perro. Ag, qué horror. Bueno, pues me excito únicamente cuando veo a una niña gritar ante la paliza que le están dando… ¡Acabáramos! ¿Ves? No se sabe valorar mis gustos truculentos, pero yo he de saber valorar los de otros únicamente porque son populares. ¿Quién se deja guiar por masas? Todos. Esto ahora está bien visto, al igual que estuvo bien vista la esclavitud de las tribus en las colonias, el genocidio judío o las peleas de gladiadores. Va, como todo, por épocas. Tus hijos o tus nietos se tirarán de los pelos pensando en lo que se hacía antes, tus abuelos lo considerarán una tradición que va de la mano de un país.
    Siempre me ha gustado hablar con defensores de esta “tradición”, ya que las excusas para justificarla suelen ser las mismas:
    1) Los toros se comen. Vale, yo como perros, los compro, los apaleo delante de todos mis vecinos mientras ellos aplauden, y luego los meto en el horno. ¿Qué pasa? Que me detienen por crueldad para con los animales. ¿? El ejemplo de la situación que viven los animales de granja es bueno, pero ya te han contestado: su muerte no es un espectáculo vitoreado. ¿Qué es lamentable? Por supuesto. Siempre se puede ser vegetariano o cazar, pero tanto uno como el otro son complicados. El primero porque, seguramente, el médico te diga a los dos años que necesitas comer carne y pescado para dejar de ser anémico, el segundo porque es muy caro y tampoco está especialmente bien visto. So, aquí hablamos de supervivencia, no de disfrute.
    2) Los toros se extinguirían si no fuera por las corridas. Este es especialmente gracioso, ya que si sólo se empleara el 10% del presupuesto de una corrida en el mantenimiento de la especie, no pasaría nada. ¿No se hace con el águila o el lince?
    3) Los toros sirven para eso. Este ni lo comento.
    4) Es una tradición. También lo es pegar a las mujeres en la mayor parte de Oriente Medio y eso no excusa que esté mejor. Ya no hablemos de cortarles el clítoris en África.
    España es más que una tortura aclamada. No dejamos de ser el país que somos por darnos cuenta del verdadero significado que encierra. No somos más o menos de derechas por ello. O de izquierdas. La ideología política debería ser irrelevante, aunque sé a ciencia cierta que no lo es. Alguien nacionalista (uy, qué mal visto está decir eso, aunque sea la acepción correcta) lo asocia con la tradición, la bandera y que viva España, coño. Alguien del otro lado, con que venga ya la tercera república y que viva el Che aunque fuera un terrorista. Es estúpido. Estoy convencida de que muchos nos sentiríamos tremendamente más nacionalistas si no se asociara con nosotros esta barbarie.

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  3. Sabía que era un error invitarte a comentar mi blog, solo me traes problemas jajajajaa!! Como siempre, me gusta como escribes miriam, en este tema no nos pondremos de acuerdo nunca, así que espero tener pronto historias rumanas mas cachondas iiiieeeaaaaahahahaiiii!!!(estupido grito guerrero, oido mola mas que leido)

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  4. Es lo que pienso yo desde que se prohibieron las corridas en Cataluña.
    Estoy en contra de los toros, dan mucho asco,( ademas mi abuela me torturaba haciendome verlos toooodas las tardes ). Pero no me gusta que los prohiban y los politicos catalanes salgan diciendo que es una tortura, y una polla, los prohiben porque es una tradicion española, eso lo sabe hasta el mas tonto.
    Un politico de ERC fue el responsable del zoo, ahora vota en contra de los toros... no me jodas, como dijo el gran David Sanchez en un tweet: no he visto mirada mas triste que la de copito de nieve.

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